Se abre por delante para toda la Iglesia el camino cuaresmal. Este itinerario
nos llevará a la cumbre del Año Litúrgico: la renovación de nuestro
bautismo, nuestra adhesión a Cristo resucitado.
Hay que prepararlo. Todo lo importante se prepara. Nos toca a todos;
sacerdotes, grupos de la animación litúrgica, comunidad cristiana, preparar
esta gracia renovadora.
En momentos recios, complicados, de infidelidad, de desconcierto del
Pueblo de Israel, el Señor le hace una promesa por medio del profeta
Ezequiel: “Os daré un corazón nuevo, y os infundiré un espíritu nuevo; arrancaré
de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne” (Ez 36,26).
Hoy vivimos, también, «tiempos recios» (la guerra, el volcán, la pandemia, …). Hoy se
actualiza esta promesa en medio de nosotros:
“Os infundiré mi espíritu, y haré que caminéis según mis preceptos, y que guardéis y
cumpláis mis mandatos” (Ez 36,27).
Reconocemos con valentía y sinceridad que nuestro corazón se enfría y se endurece,
normalizando el mal, la injusticia y el pecado. Por ello hace falta la Cuaresma.
Bienvenido sea este tiempo de cuarentena espiritual para que el
Señor cure nuestro corazón herido, endurecido y enfermo.
Somos conscientes, el Señor lo puede, y ha dicho: Derramaré sobre vosotros
un agua pura que os purificará: de todas vuestras inmundicias e idolatrías os
he de purificar (Ez 36, 25)
Que el Señor, Médico de nuestras almas, en esta cuaresma-cuarentena
espiritual, nos cure nuestro corazón enfermo, endurecido, y nos haga el
trasplante de un corazón de piedra a un corazón de carne. Que nos de su
Corazón con sus sentimientos, y nos conceda “un corazón nuevo” a todos
para estrenar en esta Pascua 2023.
Feliz camino cuaresmal a la Pascua
RECURSOS PARA LA CUARESMA:
https://drive.google.com/file/d/1FzRoBFpCG1EkGQG__kkafh9VcFWs2UnF/view
EN FAMILIA:
https://catequesisfamiliar.net/ARCHIVOS/viacrucis.pdf
https://www.archisevillasiempreadelante.org/wp-content/uploads/2018/03/VIA-CRUCIS-FAMILIAS.pdf
ORACIONES DURANTE LA CUARESMA:
Oración 1
Padre nuestro que estás en el Cielo,
durante esta época de arrepentimiento,
ten misericordia de nosotros.
Con nuestra oración,
nuestro ayuno
y nuestras buenas obras,
transforma nuestro egoísmo
en generosidad.
Abre nuestros corazones
a tu Palabra,
sana nuestras heridas
del pecado,
ayúdanos a hacer el bien en este mundo.
Oración 2
Señor mío,
Jesucristo,
creo firmemente que estás aquí;
en estos pocos minutos de oración
que empiezo ahora
quiero pedirte y agradecerte.
Pedirte la gracia
de darme más cuenta
de que tú vives,
me escuchas y me amas;
tanto, que has querido
morir libremente
por mí en la cruz
y renovar cada día
en la misa ese sacrificio.
Y agradecerte con obras
lo mucho que me amas:
¡Tuyo soy, para ti nací!
¿Qué quieres, Señor, de mí?
Oración 3
Conviértenos a ti,
Dios salvador nuestro,
y ayúdanos a progresar
en el conocimiento de tu palabra,
para que así la celebración de esta Cuaresma
dé en nosotros fruto abundante.
Por nuestro Señor Jesucristo,
tu Hijo,
quien contigo vive
y reina en unidad
con el Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos.
Amén.
Oración 4
Señor,
mira complacido a tu pueblo,
que con fervor desea
entregarse a una vida santa, y,
ya que con sus privaciones se esfuerza
por dominar el cuerpo,
que la práctica de las buenas obras
transforme su alma.
Por nuestro Señor Jesucristo,
tu Hijo,
quién contigo vive
y reina en unidad
con el Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos.
Amén.
Oración 5
Madre de la Misericordia,
tu corazón bondadoso
rebosa de clemencia,
por ello te imploro
que me obtengas el perdón
por los muchos males que he hecho,
y también, ¡oh Madre!
enséñame a perdonar
como que ante tantos males que te hicieron,
hasta arrebatar de lado a tu divino Hijo,
siempre respondiste
con el más magnánimo perdón.
Amén.